Exitosos festival en Carrión de Calatrava

 

Con una tarde encapotada, que no era apta para la lidia, por el viento que hacía, se ha celebrado el festival taurino homenaje a Julián Monje "El Bujía". Con media plaza de aforo se han lidiado cuatro toros de la ganadera Marisol Domínguez, destacando el quinto de la tarde, "Chismoso" herrado con el número 5 que se le ha dado la vuelta al ruedo por su buen comportamiento y dos novillos de Andrés Prado.

Muy negra se presentaba la tarde quince minutos antes de que se iniciara el paseíllo. Unas nubes negras cubrían la plaza de toros portátil de Carrión de Calatrava. Cabía la posibilidad de que se suspendiera el festejo. Al final el cielo ha lucido despejado, e incluso el sol ha hecho acto de presencia para dejar disfrutar a la afición de un festival mixto de lo más entretenido con muchos matices.

Abría plaza el diestro Aníbal Ruiz que pechó con un lote difícil. Un primero que tuvo que torearlo a media altura ya que si bajaba la mano no es que barriera el albero con el hocico sino que se caía desplomado. Muy pocas fuerzas que el diestro alcazareño ha sabido suplir esa carencia con su mano firme. Consiguiendo que la faena fuera a más a pesar de las condiciones del astado. Mata de estocada delantera y caída. Una oreja con petición de la segunda ha sido la recompensa a su esfuerzo.

El segundo, un basto y alto toro ha dado el mismo juego. Aunque esta vez se ha visto más la torería de este diestro puesto que le ha permitido ligar una tanda con la derecha, lo más lucido de su lote. Ha terminado la faena mirando al tendido con ayudados por alto. Estocada caída. Dos orejas y rabo que ha paseado al son de cumpleaños feliz por un sector de la plaza.

Por su parte, Luis Miguel Vázquez tantas veces encontrándose con la cruz en el sorteo, en esta ocasión le ha tocado la cara y se ha llevado un lote que le ha permitido hacer el toreo que él siente y que el aficionado anhela verle cada tarde.

Parecía que el segundo de la tarde no iba a humillar puesto que en el capote echaba la cara arriba. Una vez que lo han picado ha amoldado la embestida y Vázquez ha dejado esencia de su toreo por el pitón derecho, donde ha bajado la mano y lo ha llevado embebido. Mata de estocada caída y dos orejas.

"Chismoso" marcó la melodía de la tarde. Un ejemplar que fue premiado con esa vuelta al ruedo que parte del tendido hubiera preferido que se le indultara, ahí la presidencia obró en consonancia con la categoría de la plaza y no permitió que eso ocurriera. Hay que ser consecuentes con el reglamento taurino.

A pies juntos recibió Luis Miguel Vázquez al segundo de su lote. Unas verónicas que arrancaron los olés de muchos aficionados rematadas con una media. El éxtasis llegó con la muleta, cuando el buen ejemplar de Marisol Domínguez seguía la franela que le ofrecía el de Daimiel. Era una máquina de embestir, y atendía a todo lo que el matador le pedía. Un toreo de cadencia, de cintura quebrada y de mano baja. Lástima que la estocada no fuera a la primera, aunque el premio se lo llevó por el conjunto de su faena. Dos orejas y rabo que paseó con orgullo.

El novillero Carlos Aranda, se encontró con un primer novillo que presentó alguna dificultad, no fue hasta el final de la faena cuando toro y torero entraron en sintonía. Mucha valentía demostró al natural, ya que el novillo se quedaba corto, aún así quiso meterlo en la muleta y a base de constancia lo logró. Lástima que con la espada y el descabello no estuviera acertado.

A por todas fue Aranda en el que cerraba plaza, viendo lo que sus compañeros de cartel tenían en el esportón no quiso quedarse sin tocar pelo, pero de nuevo la espada le privó de ese privilegio, aunque la vuelta al ruedo no se la quitó nadie.

Con un farol de rodilla en el tercio recibió al sexto, para seguir lanceando a la verónica. Quitó por tafalleras, gustando y gustándose. Con la muleta dejó tandas por la derecha con clase. Cerró con ayudados por alto a pies juntos. Y la tizona de nuevo volvió a jugarle una mala pasada.

VOLVER

Más noticias