Diario Lanza entrevista a Carlos Aranda

Las ilusiones, en todos los órdenes de la vida, hay que renovarlas. La Tauromaquia es, para muchos, un orden vital más; y no desdeñable. Y los ciudarrealeños vamos renovando esas ilusiones en parte con la aparición de nuevos toreros, y más aún si son paisanos. El último en saltar al primer plano de la actualidad, y de esa ilusión a la que antes nos referíamos, es un daimieleño llamado Carlos Aranda, un joven de 16 años que esta temporada ha saltado al escalafón de los novilleros sin picadores. Y con éxito, pues ha quedado meritorio triunfador, entre otros, del certamen de Escuelas Taurinas Andaluzas. A continuación detallamos la conversación que mantuvimos con el incipiente torero ciudarrealeño en el día de ayer para hablar de lo que ha sido su temporada 2011.

LANZA: ¿Qué balance hace de la temporada 2011?

CARLOS ARANDA: Ha sido una temporada buena, sobre todo porque creo que he aprendido muchas cosas que forman parte del proceso que estoy siguiendo para conseguir hacerme un buen torero. Y aparte de lo aprendido, también he conseguido darme a conocer fuera de la provincia de Ciudad Real.

L: Y para esa proyección fuera de Ciudad Real debió ser muy importante el quedar triunfador de la final del Certamen de Escuelas Taurinas andaluzas en Málaga, a principio de temporada, ¿verdad?

CA: Desde luego. Fue un certamen en el que había mucho nivel. Nadie esperaba que pudiera ganarlo, por eso tuvo más repercusión todavía. Aquel triunfo me abrió muchas puertas para el 2011, y me las va a seguir abriendo en el 2012, puesto que ya tengo algunas fechas en firme por ganar ese certamen.

L: Lo que has realizado un total de 20 paseíllos en el 2011.

CA: Sí. Es un buen número, sobre todo tal y como está el panorama, y viendo lo poco que han toreado otros maestros de Ciudad Real como Fernando Tendero o Luis Miguel Vázquez.

L: Muchos teníamos la incertidumbre de saber cómo manejaría Carlos Aranda la espada a la hora de, por fin, poder matar los novillos. ¿Cómo se ha encontrado con ella?

CA: Yo también tenía esa duda, pero creo que la he manejado medio bien, aunque también es cierto que he perdido muchos trofeos por pinchar. Se trata de una suerte que requiere eso precisamente, suerte, pero también hay que entrenarla mucho, y sobre todo, tirarse de verdad queriendo que la espada entre.

L: ¿Dónde se ha podido ver al mejor Carlos Aranda?

CA: Pues creo que ha habido varias tardes importantes, pero quizás de la que mejor recuerdo guarde es de la tarde en la que toreé en Málaga. Sólo hacer el paseíllo en esa plaza impresiona, aunque sea para una becerrada. También disfruté mucho con un novillo en La Carolina, y también en la plaza de toros de Jaén.

L. ¿Y qué aspectos negativos destacaría de la temporada 2011?

CA: Que todavía tengo muchos defectos. Pero voy a seguir trabajando junto al maestro Andujano en la Escuela taurina de Baeza para mejorarlos. Sobre todo me gustaría imprimir más profundidad a mis faenas, y eso se consigue, entre otras cosas, bajando más la mano a los novillos.

L: Algo que llama a atención, positivamente, es el apoyo que tiene por parte de la afición de Ciudad Real en general, y de Daimiel en particular.

CA: Es verdad. Y tengo que decir que sin ellos no habría conseguido muchos de los triunfos que he conseguido. Me da mucha moral el verme tan arropado. Lo cierto es que tengo que agradecer mucho el apoyo por parte de la afición de Ciudad Real y Daimiel, al igual que me gustaría agradecer el apoyo que recibo por parte de la Asociación Reina Rincón, y también de mi tío Antonio Alegre “Clavileño”.

L: Este año también se ha visto en paseíllos en los que ha acompañado de luces a matadores de toros. Fue en Daimiel y en Torralba. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

CA: Pues muy bonita, aunque el verte al lado de matadores de toros en el paseíllo te carga de más responsabilidad, porque esos días hay más profesionales viéndote y quieres hacer las cosas mejor todavía, porque yo lo a lo que aspiro es a hacer el paseíllo algún día con ellos, pero de igual a igual, y por eso es por lo que me voy a preparar y a entrenar duro. Para conseguirlo algún día.

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