Carlos Aranda se encerraba en solitario el pasado domingo, para así poner la guinda a la temporada del 2011, y decidió que fuera en su tierra, y en concreto en la plaza de toros de Bolaños de Calatrava (C.Real), para enfrentarse en solitario con cuatro erales de dos ganaderías distintas; en concreto, dos de Martín Carrasco, los corridos en primero y cuarto lugar, y dos de Juan Vidal, segundo y tercero, destacando el segundo y cuarto, premiados con la vuelta al ruedo. La plaza se cubrió en medio aforo.
Carlos Aranda dio muestras de su progresión como torero, afrontando la tarde con mucha responsabilidad, y estando a la altura de las circunstancias.
Dio comienzo la tarde y en su primero se lució toreando a la verónica, en un buen recibo capotero, cargando la suerte, meciendo bien los brazos y rematando en el centro del platillo, cerrando con una extraordinaria media; con la muleta en cambio, el de Martín Carrasco no terminó de emplearse y la faena no tomo el vuelo deseado, en este cortó la primera oreja del festejo.
Salió el segundo de la tarde, un extraordinario novillo de Juan Vidal, a la postre premiado con la vuelta al ruedo, con el que Aranda salió a darlo todo, su carta de presentación fueron dos largas cambiadas desde el tercio, brindó su faena a su mentor artístico: "El Andujano", a éste lo condujo con sumo temple por ambas manos, con mando, cadencia y buen gusto, en una faena creciente en intensidad, y en donde dio distancia, y así lucir al novillo que se venía de largo, estando muy firme el torero, cerró con ceñidas manoletinas y una buena estocada, que pusieron en bandeja las dos orejas y la vuelta al ruedo al novillo.
El tercero, segundo de Juan Vidal, tuvo mucha calidad, pero careció de fuerza, labor pulcra y torera de Aranda, aunque gustó más al respetable el toreo accesorio que el fundamental, mató mal y dio una vuelta al ruedo.
Con el que cerró plaza, Aranda salió a darlo todo, frente a un extraordinario eral de Martín Carrasco, que lo recibió a porta gayola, con el característico "ay" en los tendidos, eran tantas las ansias del chaval para redondear el triunfo, que incluso se dispuso a parear, era la primera vez que lo ponía en práctica en público, fue en éste donde se vio lo mejor de la tarde, muy bien compuesta la figura y gustándose en todo cuanto hizo, muy templado el inicio de faena con una rodilla en tierra, de sabor añejo, el novillo no se cansaba de embestir a la franela del daimieleño, en donde se sucedieron prodigiosos muletazos de mano baja, de uno en uno, muy relajado el torero, los molinetes interpretados de manera personal, ayudaron a caldear el ambiente, lo mejor, una firma de ley, pero que hizo que el toro se resistiera y tardara en echarse, necesitando descabellar, para rematar la tarde cortando otras dos orejas, que sumaron un total de cinco.
¡Enhorabuena torero!
Saludó tras parear al segundo de la tarde, el formidable rehiletero alcazareño Marco Galán, que una vez más, volvió a brillar con los palos
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